Hoy este señor cabalga mi teclado, me cuenta al oído la mayor hazaña militar americana de todos los tiempos: cruzar la cordillera de los Andes, superar las cumbres andinas, y liberar uno a uno cada país sojuzgado por las cortes europeas.
Al verlo tan cerca, no pude menos que preguntarle: ¿qué actitud tomaría en estos tiempos? ¿Cuál sería su estrategia? ¿ de qué nos liberaría hoy?
Pero, no pudo ser… resulta que su yegua, enfurece de golpe, con tan mala suerte que tropieza con el botón del ENTER y así como vino se fue! Perdí todo contacto… Tal vez el año que viene tenga mejor suerte con su encuentro.