Estamos frente al arte ready-made para aprender un poco mas sobre este movimiento. Un ready-made es un objeto sacado de su contexto original, desfuncionalizado y convertido en arte, construido para forzar al espectador a pensar.
La teoría del ready-made exige partir de un objeto neutro, en cuya elección intervengan lo menos posible condicionantes estéticos: el objeto no debe de ser elegido ni por su función, ni por su diseño, ni por su fealdad… cuanto más indiferente nos resulte mejor. Su conversión en objeto artístico será tanto más fácil cuando más anodino e imperceptible resulte. Por ejemplo, pensemos en algo, echemos un vistazo a nuestra habitación o a la mesa… eso, justamente eso que podemos ver ahí y en cuya presencia hasta ahora no habíamos reparado; o entremos en cualquier tienda, en mi calle hay varias tiendas de chinos en las que venden de todo, demos un paseo por una de ellas y elijamos cualquier cosa que no nos llame especialmente la atención… Eso, ¿por qué?, no lo sabemos. Por el contrario, si el objeto tiene cualidades estéticas resultará más complicado transformarlo, puesto que la teoría del ready-made consiste en descontextualizar el objeto e intervenirlo para que adquiera así –en la mente, y no en la forma- una nueva condición; bastará un nimio detalle para que esto suceda si el objeto es estéticamente neutro, si no es así, la transformación puede quedar oculta.
Buscando en las paredes de mi habitación he tenido la sorpresa de encontrar un ready made: Marcel Duchamp es sin duda uno de los artistas más influyentes en el arte del siglo XX.Se atrevió a cuestionar aspectos que nunca nadie antes había hecho (como la presencia de la belleza en una obra, ya que ésta es subjetiva). Su legado más grande sería el habernos hecho entender que una experiencia artística no basta con estimularnos visualmente. Ésta debe también invitarnos a pensar.
La teoría del ready-made exige partir de un objeto neutro, en cuya elección intervengan lo menos posible condicionantes estéticos: el objeto no debe de ser elegido ni por su función, ni por su diseño, ni por su fealdad… cuanto más indiferente nos resulte mejor. Su conversión en objeto artístico será tanto más fácil cuando más anodino e imperceptible resulte. Por ejemplo, pensemos en algo, echemos un vistazo a nuestra habitación o a la mesa… eso, justamente eso que podemos ver ahí y en cuya presencia hasta ahora no habíamos reparado; o entremos en cualquier tienda, en mi calle hay varias tiendas de chinos en las que venden de todo, demos un paseo por una de ellas y elijamos cualquier cosa que no nos llame especialmente la atención… Eso, ¿por qué?, no lo sabemos. Por el contrario, si el objeto tiene cualidades estéticas resultará más complicado transformarlo, puesto que la teoría del ready-made consiste en descontextualizar el objeto e intervenirlo para que adquiera así –en la mente, y no en la forma- una nueva condición; bastará un nimio detalle para que esto suceda si el objeto es estéticamente neutro, si no es así, la transformación puede quedar oculta.
Buscando en las paredes de mi habitación he tenido la sorpresa de encontrar un ready made: Marcel Duchamp es sin duda uno de los artistas más influyentes en el arte del siglo XX.Se atrevió a cuestionar aspectos que nunca nadie antes había hecho (como la presencia de la belleza en una obra, ya que ésta es subjetiva). Su legado más grande sería el habernos hecho entender que una experiencia artística no basta con estimularnos visualmente. Ésta debe también invitarnos a pensar.