

Observando la escultura hoy por hoy me detengo en el atuendo que les hice a estos dos botánicos, que visten barbijos, guantes, escafandras, chaquetas, pantalones y botas especiales para transitar sin peligro por el medio ambiente. Solo espero que sea una de tantas alucinaciones de artista, y que en estos tiempos difíciles de epidemias, y pandemias, después del barbijo necesitemos salir a la vía pública tan protejidos como nuestros personajes de la escultura.
Dios no lo quiera.