Una cosa trae la otra, las manifestaciones y los que las organizan siempre buscan la manera de ser escuchados; Creo que los habitantes del Tíbet vieron esta oportunidad , una ves más denunciar ante el mundo su infierno bajo el dominio Chino;
y mi curiosidad me llevó a saber un poco mas sobre este tema..., quien no ha visto siete años en el Tíbet con Brad Pitt… entonces busqué un poco de historia…saquén sus propias conclusiones ;
Se vé que en Buenos Aires hay mas Chinos que Tibetanos y a nosotros el tema nos queda cómodamente lejos…el mundo tiene una extraña manera de soportar el dolor ajeno , se podría imaginar un mundo comprometido? o es cosa de otro mundo? Creo que ahora tengo más preguntas que respuestas.
Historia del Tíbet
Poco se conoce del Tíbet antes del siglo VII. Desde este siglo hasta el siglo X, el Tíbet fue un país independiente en donde la tierra era poseída por familias nobles, monasterios budistas y pequeños terratenientes. Esta forma de sociedad se mantuvo hasta 1930, en donde 700.000 personas eran siervos en una población total de 1,2 millones de habitantes.
En el siglo XIII, el Tíbet fue dominado por el Imperio Mongol. Los gobernantes mongoles le dieron gran autonomía secular a la escuela de Sa-skya del budismo tibetano. Durante tres siglos el Tíbet siguió siendo gobernado por dinastías seculares. En el siglo XVI, Altan Khan de la tribu mongol de Turnet le dio respaldo al gobierno religioso del Dalai Lama, siendo el budismo la religión predominante entre mongoles y tibetanos.
Al principio del siglo XVIII, China envió un Comisionado chino a Lhasa para hacerse cargo del gobierno. Diferentes facciones tibetanas se rebelaron contra el Comisionado, el cual fue asesinado. Posteriormente el ejército Qing invadió al Tíbet y derrotó a los rebeldes, reinstalando a otro Comisionado. Dos mil soldados chinos permanecieron en el Tíbet y sus labores defensivas se vieron soportadas por fuerzas locales organizadas por el Comisionado.
En 1904, los británicos enviaron un fuerte contingente militar y ocuparon Lhasa, forzando en esta forma la apertura de la frontera entre la India y el Tíbet. En 1906 los británicos firmaron un tratado con China en donde el Tíbet se convirtió en un protectorado británico.
En 1907 se firmó un nuevo tratado entre la Gran Bretaña, China y Rusia donde se le daba a China la soberanía sobre el Tíbet. En 1910 el poder central Qing ejerció por primera vez el gobierno directo sobre el Tíbet. Sin embargo, en 1911, el estallido de la guerra civil en China obligaron a las tropas de este país estacionadas en el Tíbet a regresar a aquel país, oportunidad que aprovechó el Dalai Lama para reestablecer su control sobre el Tíbet. En 1913, el Tíbet y Mongolia firmaron un acuerdo reconociendo su mutua independencia de China. En 1914 se negoció un tratado entre China, Tíbet y la Gran Bretaña denominado Convención de Simla. Durante esta convención los británicos trataron de dividir al Tíbet en dos regiones, lo cual no prosperó. Sin embargo, los representantes de Tíbet y de Gran Bretaña firmaron un acuerdo a espaldas de China, mediante el cual el Tibet sería una región autónoma de China y los británicos añadirían 90 mil kilómetros cuadrados de territorio tradicionalmente tibetano que corresponde al actual estado de Aruchanal Pradesh. Después de declarada la independencia de India, esta nación consideró esta región como suya en función a la frontera establecida en el mencionado tratado. China, sin embargo rechazó tal posición, indicando que dicho tratado no tenía ninguna validez ya que no fue firmado por ellos y el Tíbet no era una nación independiente, sino un protectorado de China. La disputa por esta región ocasionó la guerra entre China e India en 1962.
Al estallar la Primera Guerra Mundial y la guerra civil en China, Tibet perdió interés para las potencias occidentales y para China. Fue cuando el decimotercer Dalai Lama tomó el gobierno del Tibet sin interferencia alguna de otros países.
China, sin embargo, nunca renunció a su soberanía sobre el Tibet. En 1950, el ejército chino invadió el Tibet, derrotando fácilmente al débil ejército tibetano. En 1951 se redactó el Plan para la Liberación Pacífica del Tibet, el cual fue firmado por representantes del Dalai Lama y el Panchen Lama bajo la presión del gobierno chino. Este plan contemplaba la administración conjunta del gobierno chino con el gobierno del Tibet. En aquella época la mayoría de los tibetanos vivían bajo un régimen de servidumbre por cuanto la mayor parte de la tierra era poseída por los lamas. El plan fue implantando pero no sobre todo el territorio del Tibet, por cuanto las regiones de Kham Oriental y Amdo fueron consideradas como provincias chinas, llevándose a cabo una reforma radical de la tenencia de las tierras. En junio de 1956 y a consecuencia de esta reforma, estalló una rebelión en estas dos regiones, la cual, respaldada por la CIA americana, se extendió hasta Lhasa. El ejército chino logró doblegar la rebelión en 1959, en acciones militares que ocasionaron la muerte a miles de tibetanos. El decimocuarto Dalai Lama y sus principales colaboradores huyeron a la India, desde donde siguieron respaldando acciones rebeldes contra el ejército chino hasta 1969 cuando la CIA decidió no proveer más ayuda.
Aunque el Panchen Lama estaba virtualmente prisionero en Lhasa, los chinos lo mostraron como el jefe del gobierno del Tibet en ausencia del Dalai Lama, quién tradicionalmente había sido el gobernante del país. En 1965 China introdujo cambios sustanciales en el Tibet cuando desposeyeron de las tierras a los lamas e introdujeron la educación secular. Durante la Revolución Cultural china, el Tibet sufrió serios daños a su patrimonio cultural, incluyendo su herencia budista. Más de 6000 monasterios budistas fueron destruidos y millares de monjes y monjas budistas fueron muertos o prisioneros .